En Pittsburgh, dónde iba a ser si no, tiene su sede el Safar Center for Resuscitation Research, un departamento de la Universidad de Pittsburgh donde se investiga cómo conseguir reanimar un cuerpo muerto. Todo ello con el apoyo incondicional del ejército estadounidense. Dicho así parece el argumento de una película mala de zombis, pero es real, totalmente real...
El proceso de reanimación, a grandes rasgos, pasa por suspender la vida del paciente a tratar introduciéndole en las arterias una suerte de sustancia salina que sustituya a su sangre. Luego se le induce un estado de hipotermia y el sujeto fallece. Es entonces cuando se le realiza la cirugía que fuera necesaria (este método está indicado para tratar sujetos que sufrieran heridas con gran pérdida de sangre, y que fuera esta pérdida la que causara su muerte) y a continuación se le vuelve a introducir sangre en las arterias, y una vez es sustituida toda esa sustancia salina, se reanima el corazón mediante un electroshock.
En 2005 el método se experimentó con perros, pobrecitos ellos, y fue totalmente satisfactorio. Incluso se afirmó que ninguno de ellos había sufrido daño cerebral a raíz del proceso de suspensión y reactivación de la vida. Aunque seguro que tardaron un tiempecito en volver a perseguir al cartero. Lo más siniestro de la noticia es que en breve (días o meses) se puede llegar a probar con humanos. Entonces sabremos si tenemos que llenar de agua la bañera y matar al vecino. Al final puede que no haya un Apocalipsis Zombi, pero si nos salvamos de que sobrevenga será de casualidad, os lo juro, porque compramos hasta la última papeleta del sorteo para que nos toque...
Via
No hay comentarios:
Publicar un comentario