El 12 de noviembre de 1970, una ballena gris explotó en una playa de Florence, Oregon (EEUU). Llegó a la costa y murió en la playa, medía 14m de largo y pesaba 8 toneladas, y pronto empezó a ser un GRAN problema para el Departamento de Transporte de Oregón, organismo sobre el que recayó la tarea de deshacerse del cuerpo del animal. Tras considerar varias alternativas, finalmente decidieron hacerla estallar usando media tonelada de explosivos. La idea era hacerla pedazos, que serían devorados por las gaviotas, cangrejos y demás animales carroñeros marinos.
La mañana de la explosión la playa estaba llena de curiosos, que se situaron a una distancia prudencial de la putrefacta mole... o quizás no tan prudencial. Tras el júbilo inicial que produjo ver la tremenda explosión y la casi desaparición del tremendo bicho, algo inquietante empezó a suceder... empezó a llover: trozos de carne, piel, grasa, huesos... de diverso tamaño, acompañado de una lluvia de sangre y grasa empezó a caer sobre la cada vez más asustada audiencia, que empezó a correr por su vida. Los trozos más grandes destrozaron los coches que por allí había aparcados, afortunadamente no hubo muertos ni heridos graves, aunque todo el mundo acabó completamente bañado en apestosa grasa de ballena putrefacta... vaya historia de película de terror.
Lo mejor de esta historia es que además de ser totalmente cierta... se puede ver en YouTube... cómo no!
La mañana de la explosión la playa estaba llena de curiosos, que se situaron a una distancia prudencial de la putrefacta mole... o quizás no tan prudencial. Tras el júbilo inicial que produjo ver la tremenda explosión y la casi desaparición del tremendo bicho, algo inquietante empezó a suceder... empezó a llover: trozos de carne, piel, grasa, huesos... de diverso tamaño, acompañado de una lluvia de sangre y grasa empezó a caer sobre la cada vez más asustada audiencia, que empezó a correr por su vida. Los trozos más grandes destrozaron los coches que por allí había aparcados, afortunadamente no hubo muertos ni heridos graves, aunque todo el mundo acabó completamente bañado en apestosa grasa de ballena putrefacta... vaya historia de película de terror.
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