¿Qué es miedo? El padre de Garra de Jaguar lo describe algo así como una hiel venenosa que se apodera de tu corazón, que repta por tu espíritu y te drena de vida los ojos. Con gesto serio, el cazador contempla a su hijo y le dice que él no ha educado a un hijo para que este viva la vida con miedo. Garra de Jaguar asiente intranquilo; él no lo sabe, pero está apunto de enfrentarse a su némesis.
La historia que luego se nos narra es casi un rito de iniciación, un acto de madurez, de encontrarse consigo mismo, el camino del guerrero o de todo hombre en la vida; enfrentarse a sus miedos; un primer estadio de perturbación interior, de indefensión de aturdimiento intenso, sobrecogido por la magnitud de las pesadillas a las que se ve obligado a vivir y luego, un despertar doloroso, el ansia de la vida, el baile del combate: simplemente el enfrentamiento con fantasmas interiores (a menudo representados por fantasmas exteriores: el dolor mundano y cotidiano, los obstáculos diarios), la lucha por la supervivencia a toda costa, instinto con el que todo ser viviente estamos dotados en mayor o menor medida.
En este caso, la historia tiene un final feliz; la comprensión súbita de que en su interior tiene la fortaleza necesaria para sobreponerse a las bofetadas de la vida:
“¡Yo soy Garra de Jaguar y este es mi Bosque, en el cazó mi padre con su hijo, en el yo cazaré con mi hijo y mi hijo cazará con el suyo. Este es mi Bosque!”
Recordad este ejemplo y si alguna vez os encontráis en lo más oscuro del túnel,(o a punto de saltar desde lo alto de una cascada) gritad:
“¡YO SOY GARRA DE JAGUAR Y ESTE ES MI BOSQUE!”
O lo que más os convenga; que os defina, que os recuerde quienes sois y de qué estáis hechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario